Jerjes I, Rey aqueménida de Persia, hijo de Darío I y de Atosa, hija de Ciro II, el Grande, se destacó entre sus hermanos. Su nombre es una transliteración al griego de su nombre persa tras su ascensión al trono, Jshāyār shāh, que significa "gobernador de héroes".
El segundo mandamiento, COMENZAR CON UN FIN EN MENTE, hace posible que nuestra vida tenga razón de ser, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas. Sin visión, sólo hay un camino sinuoso y eso lleva, inevitablemente, al peor abismo.
El héroe liderado se orienta hacia las alturas, cerca del sol. Nunca correrá el destino de aquel personaje mítico que por desconocer los grandes principios cayó mortalmente herido, malogrando su objetivo.
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